La semana pasada estuvimos en Barcelona por trabajo y casualidades de la vida en la cuidad condal también se encontraba nuestro amigo Iñigo. Rápidamente nos organizamos y quedamos para ir a Sitges a ver que tal la olas. Efectivamente habían olas, no muy grandes pero suficiente para disfrutar de un buen baño.
Tenemos que decir que las fotos de la sesión no son las mejores porque el fotógrafo (Iñigo) era el único que tenia tabla y que pudo entrar al agua. Pero por lo menos aprendimos dos cosas 1.-siempre intentar llevar la tabla por si acaso y 2.- tenemos que hacer un cursito de fotografía.
De todas maneras el lugar era muy agradable y estaba muy bien para sacar fotos y ver las olas que agarraba Iñigo. Luego por la noche también disfrutamos de unas cervecitas y de una buena cena en un restaurante Tailandes que encontramos por casualidad mientras buscábamos una pizzeria. Nuestra amiga Lissett que vive en Barcelona nos dio mal las indicaciones ( o fueron las cervezas jaja).
Tenemos que decir que las fotos de la sesión no son las mejores porque el fotógrafo (Iñigo) era el único que tenia tabla y que pudo entrar al agua. Pero por lo menos aprendimos dos cosas 1.-siempre intentar llevar la tabla por si acaso y 2.- tenemos que hacer un cursito de fotografía.
De todas maneras el lugar era muy agradable y estaba muy bien para sacar fotos y ver las olas que agarraba Iñigo. Luego por la noche también disfrutamos de unas cervecitas y de una buena cena en un restaurante Tailandes que encontramos por casualidad mientras buscábamos una pizzeria. Nuestra amiga Lissett que vive en Barcelona nos dio mal las indicaciones ( o fueron las cervezas jaja).